El coche es el medio de transporte por excelencia, pero es también enemigo del cambio climático. Cada vez son más los conductores que toman conciencia de con el medio ambiente e intentan llevar a cabo medidas sencillas para reducir la huella de carbono.
La primera opción para que nuestra conducción sea más eficiente es elegir un vehículo híbrido una alternativa que poco a poco se va extendiendo, no obstante, si aún no está dispuesto a cambiar de coche, puede seguir una serie de consejos que harán que su conducción sea más eficiente, reducirá el impacto ambiental y aumentará su seguridad al volante.
- Evitar las aceleraciones bruscas. Conducir de manera agresiva es gastar combustible de manera innecesaria. Pisar el acelerador de manera progresiva es un buen consejo para ahorrar combustible. Si el coche es gasolina podrás reanudar la marcha de forma instantánea pero si el coche es diésel espera unos segundos antes de salir.
- Planifica tu viaje y anticípate al tráfico. Esta es una máxima no solo para ser más eficiente sino para ser más seguro. Estar atentos de lo que pueden hacer los coches y peatones de nuestro alrededor nos permitirá anticiparnos a sus acciones y evitar frenazos, acelerones o caravana. Lo mismo sucede en cuanto a la distancia de seguridad: mantén la distancia correspondiente
- Utiliza el freno motor. Ya que gastarás menos combustible que pisando el pedal del freno directamente. Siempre que sea posible, es importante usar el freno motor ya que te permitirá reducir tu velocidad de manera progresiva y te permitirá mejorar el rendimiento en un 2%.
- Utiliza el control de velocidad. (Si tu coche dispone de él) Activar el control de velocidad es muy interesante ya que no rebasarás los límites y ahorrarás un consumo de hasta un 20%.
- Evita conducir a altas velocidades. Respeta los límites de velocidad. La fórmula es sencilla: cuanto mayor sea la velocidad a la que se mueve el vehículo, mayor es su consumo energético y más contamina.
- Aprovecha las bajadas y las subidas. Las cuestas y los descensos son lugares en los que también podemos ahorrar si conducimos de manera eficiente. Trata de acelerar con ligereza en las subidas y de retrasar en la medida de lo posible las reducciones de marcha; en los descensos aprovecha la inercia del coche, siempre con precaución, y haciéndolo con marchas largas.
- La importancia de la temperatura. La calefacción y, sobre todo, el aire acondicionado pueden llegar a incrementar el consumo un 25%. Pero viajar con las ventanas bajadas también puede ser contraproducente. A altas velocidades se recomienda tenerlas subidas para eliminar la resistencia al aire.
- Revisa la presión de los neumáticos. Comprueba que son las correcta según fabricante, marca, el modelo, las condiciones climatológicas, pasajeros y la carga que vayan en el vehículo. Además de ganar en seguridad, también ahorrarás. Llevar los neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la correcta reduce el rendimiento del combustible en un 2% y un 4% en áreas urbanas y suburbanas respectivamente.
Además hay que tener en cuenta no transportar aquello que no necesites. El peso extra y los portaequipajes en el techo del coche pueden aumentar considerablemente el consumo de combustible. Y, sobre todo, planifica bien tu ruta y apóyate en los GPS: evitar el tráfico y conocer el camino evitará hacer kilómetros innecesarios.